viernes, 3 de marzo de 2017

Pensando acerca de lo común, lo cotidiano en 300 palabras.....



Tan solo la sombra de un árbol puede ser un espacio para el mercado...


Lo común, lo cotidiano.

El lenguaje es la herramienta para la comunicación, palabra que deriva del latín communicare que significa compartir algo, poner en común y nos aúna de manera que pone en relación a los seres vivos en grupo. A través de la comunicación obtenemos información del entorno y podemos compartirla y transmitirla.

La comunidad se funda en la comunión; la colectividad, se organiza a partir de la comunicación. El espacio público se adecua a ese concepto de lo colectivo. Cuando los seres humanos se reúnen para hacer sociedad en función de sus intereses comunes, entre los cuales no hay ninguno que supere en importancia e intensidad al de convivir.

El espacio público es uno de los pilares del proyecto cultural de la modernidad. Como espacio concreto el espacio público se parece –cuanto menos en teoría– a cualquier cosa menos a un territorio, en el sentido de que no es un marco con límites y defendible, que alguien puede apropiar y cuyo acceso es por definición restringido, dado que en él se reserva el derecho de admisión

La ciudad es el espacio público de los ciudadanos y es en este espacio donde lo cotidiano tiene lugar, aquello actividad que se repite una y otra vez donde se hace el tránsito del espacio público al privado. Este espacio común en el que el transeúnte es un usuario de lo común compartido en sociedad y lo cotidiano se realiza en intimidad y en comunidad con la familia, el trabajo


La arquitectura de lo común tendría que resolver constructivamente y socialmente las fronteras-umbrales entre el espacio común-colectivo y el personal. El espacio privado puede ser efímero y el colectivo permanente. Evitar que la arquitectura sea un límite y pueda ser una transición entre estos espacios alimentándose de los intereses comunes y de la socialización del entorno urbano.

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